Movilidad Internacional. Catalina Lagos.
Sin duda la experiencia de movilidad internacional ha sido de lo más intenso y desafiante que he vivido hasta ahora, pero a la vez fue súper gratificante y enriquecedor. Viví durante 6 meses en la ciudad de Sevilla en España, todo el primer semestre del año 2023. Tuve la suerte de llegar a una ciudad maravillosa que acoge cada año a cientos de estudiantes extranjeros y la verdad esa vibra se nota.
La acogida por parte de la Universidad de Sevilla fue súper buena, cada semana nos organizaban actividades diferentes para que nos integremos en la comunidad estudiantil y para que nos adaptemos a la ciudad. En esas instancias conocí a muchos estudiantes de muchos países que estaban en la misma situación que yo, queriendo vivir experiencias nuevas, conociendo lugares distintos y aprendiendo mucho de sus propias disciplinas, en mi caso de la antropología. Cursé asignaturas relacionadas a la antropología urbana, movilidad, migraciones y etnicidad y en el
transcurso del semestre aprendí mucho de mis profesores y de mis compañeros de clase, quienes hicieron que mi paso por la Facultad de Geografía y Ciencias Sociales de la Universidad de Sevilla, sea bastante enriquecedora.
Además de lo académico, yo creo que lo valioso de la experiencia de movilidad internacional, es el crecimiento a nivel personal de quien decide salir de su país a conocer otras realidades. Yo nunca me imaginé vivir una aventura así siendo estudiante, siempre me lo imaginé como un desafío que tomaría en etapas más avanzadas de mi formación. Gracias a esto pude conocer muchos países además de España, como Portugal, Italia, Austria, etc; y junto con eso conocí personas maravillosas que acompañaron mi proceso y con quienes aún mantengo contacto pese a estar a miles de kilómetros de distancia. Además, me interesaba continuar el camino que había comenzado a conocer acá en Osorno, el de la percusión. Apenas llegue a España comencé a averiguar por agrupaciones en las cuales me pudiese integrar durante el tiempo que iba a estar en Sevilla, y así fue. Durante unos meses pude tocar con una batucada femenina de gran trayectoria en Sevilla, lo que me hizo muy feliz, así como también asistir a carnavales de percusión y encuentros de batucadas en diferentes ciudades de España.
El haber pasado por esta experiencia me permite comprender mi disciplina y la vida misma de forma diferente, creo que las fronteras ya no son tan rígidas y que la constancia hace que las cosas finalmente resulten. Si tuviera que recomendar esto a otros estudiantes, simplemente diría que se atrevan a tomar el desafío, que no tengan miedo de salir de su zona de confort porque de cada experiencia se aprende y sin duda en Sevilla se disfruta mucho.
